REFLEXIONES....

Eduardo Cossin

PODEMOS ELEGIR COMO CONDUCIRNOS EN LA VIDA Y ESTO DETERMINARA LA CALIDAD DE VIDA QUE TENGAMOS .

PODEMOS DECIR MUCHO Y MUY PROFUNDO SIN NECESIDAD DE EXTENDERNOS MAS ALLA DE LO NECESARIO.

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jueves, 20 de diciembre de 2012

Superar la culpa

La culpa es uno de los sentimientos que nuestro ego emplea para condicionarnos, aunque originalmente una creación nuestra, el ego, a medida que vamos otorgándole más y más poder, adquiere lo que podríamos llamar por simplificar cierto grado de autonomía.
Nuestras formaciones mentales, nuestros paradigmas, hábitos y pensamientos matizan nuestra percepción de la realidad, y es desde nuestros sentidos que podemos percibir, clara o distorsionadamente, el papel que desempeñamos en nuestro medio. Es aquí donde el sentimiento de culpa juega un papel importante en la forma de como nos relacionamos con nosotros mismos y con las demas personas....
 Superar la culpa es algo tan sencillo como mantenernos conscientes de nuestro ser interno. Al hacerlo comprendemos mejor el papel que nos toca desempeñar en el medio en el cual nos desenvolvemos y tomamos consciencia de como influimos en nuestro entorno.
Al volvernos conscientes de como funcionan los mecanismos de la culpa y como hemos permitido que nos afecten mientras les permitimos hacerlo, nos damos cuenta que está a nuestro alcance superarlos, y comprendemos que hacerlo es parte de nuestro proceso de crecimiento y fortalecimiento como seres humanos.
Recordemos que no podemos cambiar a las demás personas, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos, y al hacerlo estamos influyendo en un cambio en el medio que nos rodea. Consideremos también que no es nuestra responsabilidad cambiar a nadie más que a nosotros mismos, pero es sensato respetar sus elecciones.
Un factor que ayuda enormemente en este proceso de liberar la culpa es soltar, SI, al sentirse responsable por esas personas e importante por ayudarles crea un vinculo que de alguna manera les mantiene atados energéticamente. Libéralos y sentite libre y te liberaras a sí mismo, míralos con compasión, entiende que intentan controlarte por medio de la culpa porque tienen miedo.
Al hacerlo les das la oportunidad de tener sus propias experiencias para crecer.
Manténte alerta, escucha sus palabras, observa sus acciones, se consciente de sus pensamientos, presta atención a las sutiles formas en las cuales intenta controlarte, o en las que crees que otros lo hacen con vos, el espejo siempre funciona. Todo eso te permitirá estar más consciente de como superarlo .

martes, 18 de diciembre de 2012

Conciencia

Dentro de lo que es el ser humano hay algo que se le llamara conciencia. Esta se encuentra en un lugar diferente al universo de la maquina humana. El universo de la conciencia no es mecánico, por lo que todas las reglas de la mecánica no se aplican a esta.


La conciencia es el verdadero yo del ser humano; es el ser en sí. El cuerpo o máquina humana es ajeno al yo, que es la conciencia. Una definición sencilla de la conciencia es: “La conciencia es el saber de la propia existencia”.



Esta es la máxima explicación que se puede tener para la conciencia. No se puede entender. Lo que se puede saber es que la razón de no poder entenderla es que no es una máquina por lo que ni siquiera existe para la máquina humana.



La conciencia es capaz de saber qué pasa en la máquina humana, pero la máquina humana no es capaz de saber qué pasa en la conciencia, la conciencia no afecta a la máquina humana. Hay información entre la máquina humana y la conciencia, pero solo fluye desde la máquina humana hacia la conciencia, no de la conciencia hacia la máquina humana.
Extraido del blog : Comportamiento humano

Comportamientos

Existen dos tipos de comportamientos: los comportamientos innatos que se tiene desde el nacimiento; como una tabla con orificios y mecanismos que, desde que nace, posee la máquina humana. Estos comportamientos se utilizan para poder continuar con vida antes de que se adquiera el otro tipo de comportamientos que son los adquiridos. Los comportamientos innatos son la base de los comportamientos adquiridos y es por esta razón que los comportamientos adquiridos tienen la misma finalidad que los innatos; hacer que la máquina humana trascienda.

Comportamientos adquiridos :



 La máquina humana tiene su funcionamiento óptimo con los valores de los puntos de información en cierto rango. Fuera de este rango la máquina humana no trasciende. Por ejemplo: Una presión en alguna parte del cuerpo, tan grande, que pueda dañarla.



Desde el nacimiento, se tiene comportamientos para cualquier situación. El número de comportamientos es menor que el número de situaciones a las que se puede enfrentar la máquina humana, sin embargo, como ya se dijo, se tiene un comportamiento para cada situación. La manera en que puede haber un comportamiento para cada situación es repitiendo comportamientos para diferentes situaciones.



En un principio, a las situaciones parecidas se les asigna una misma reacción. Conforme pasa el tiempo se van encontrando diferencias en las situaciones parecidas y por tanto el comportamiento va cambiando, siempre que el resultado de tener ese comportamiento no sea bueno.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Las grandes preguntas...

A la mayoría de nosotros nos hace falta una gran crisis para nos replantemos las grandes preguntas de nuestras vidas. Una enfermedad que amenaza nuestras vida, la muerte de alguien cercano, el fracaso en el trabajo o en el matrimonio o en una relación de pareja, una pauta de conducta repetitiva e incluso adictiva de la que parece que no te puedes liberar, o una soledad que se nos hace insoportable un solo día más.

En estos momentos aparecen estas grandes preguntas que son gritos del alma ¿Por qué me pasa a mí? ¿Por qué él? ¿Qué he hecho mal? ¿Vale la pena seguir viviendo?
Ahora cuando no existe una crisis inminente, estas reflexiones internas de plantearnos el cambio pueden ser el punto de transformación hacia el crecimiento
.

CAMBIO/ OPCION/ DECISIÓN
"ojalá que las cosas cambien". Entonces voy a explicarte que para las cosas cambien vos debes de cambiar.

No digas, "Si pudiera, lo haría". Deci, "Sí puedo, lo haré".

No vas a poder adelantar sin tomar decisiones.

Generalmente, nos obligamos a cambiar por una de dos razones: por inspiración o por desesperación.

Si no te gustan las cosas como son, ¡cámbialas! Vos no sos un árbol.

La toma de decisiones a veces se parece a una guerra civil interior pero con cada decisión construirás tu futuro.
 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Reflexion: La Clave de la Felicidad

 Una vez en una de mis conversaciones con un amigo sobre los problemas existenciales de la vida, él me dijo: “la clave de la felicidad es el desapego”.

Debo admitir que en el momento me pareció un poco egoísta porque tenía la errada concepción de que amor y apego debían ir en el mismo paquete, y eso de desapego me sonaba a ingratitud hacia el esfuerzo que han hecho nuestros padres en criarnos, hacia el amor que nos da la familia en general, hacia la fidelidad de nuestros amigos, hacia la oportunidad de trabajo que nos da la empresa en la que laboramos, hacia la patria en la que nacimos… etc.

Así que aunque asentí cuando lo dijo yo no estaba de acuerdo del todo con la frase. Pero la vida, esa maestra que da buenas e inolvidables lecciones se encargaría de demostrarme que mi amigo estaba en lo cierto.

En primer lugar, en relaciones saludables ninguno se apega al otro. Nada ni nadie debe coartar nuestra libertad, bajo ningún concepto podemos permitir que nuestra independencia o nuestros valores personales dependan de algo o de alguien, porque en ese mismo instante estás dejando tu vida y tu felicidad en manos de otra persona o lo que es peor, de un objeto o algún producto de la publicidad. Es triste como a estas alturas todavía nos toca ver personas que en un mundo libre ha elegido ser esclavos, a veces porque fueron formados para serlo y otras porque guiados por las masas ellos mismos se han colocado las cadenas.

Salves to fashion se llama la sección de una popular revista de modas donde orgullosamente muchas afirman su esclavitud a la industria y su felicidad depende de si pueden conseguir o no el outfit de temporada. Otros se han hecho esclavos al trabajo y son incapaces de vivir siquiera de una tarde a la semana sin labores porque están demasiado ocupados produciendo una cantidad de dinero que luego no sabrá cómo disfrutar. Una forma de esclavitud que empieza muy sutil son los “fans”; A una marca, a un artista, a un equipo y de repente haces lo imposible por comprar el último CD, se arma una revuelta en el estadio por diferencias entre fanáticos, amaneces haciendo cola en un centro comercial para ser el primero en adquirir un producto que perfectamente puedes comprar días después sin hacer mayores sacrificios ¿Dónde está la felicidad en todo esto?

Las preocupaciones sobre el futuro, la poca flexibilidad ante el devenir y el hecho de hacernos indispensables o creer que otros lo son, también son factores que empañan los momentos de felicidad o simplemente no permiten que aparezcan en nuestras vidas. Especialmente cuando uno está entre los veinticinco y treinta años de edad, sin pareja y sin un trabajo importante el futuro se torna preocupante porque según las reglas de la vida (que todo el mundo te recuerda y que nadie parece haber inventado) ya debes ir “sentado cabeza”. A eso de buscar pareja y hacer familia hay que darle tiempo para no terminar con la pareja incorrecta por desesperados, así que volcamos todos nuestros esfuerzos en el área profesional y es igual de frustrante porque aunque tengas la preparación y el potencial para esto también hay que esperar su turno, pero mantenerse al día con las actualizaciones en la rama profesional que hayas elegido para poder aprovechar la oportunidad en el momento en que se presente.

“La felicidad son momentos” solemos decir, yo agregaría que la infelicidad viene del deseo de congelar esos momentos. Las ganas de volver eterno ese instante en que estuvimos con él o con ella nos hace dependientes, el deseo de estar siempre con papá y mamá nos lleva a resistirnos a la idea de que un día se irán o nosotros por una razón u otra tendremos que alejarnos, mientras te aferres a la idea de que solo cambiando de trabajo te sentirás mejor profesional convertirás en larga y tortuosa la jornada de cada día y creernos indispensable para que el mundo siga caminando nos hará sentirnos miserables al ver que si por alguna razón fallamos o faltamos un día, las cosas van a seguir su rumbo sin nosotros y quizá hasta se hagan mejor.

Hay que aprender a pulir en lado opaco de la vida, a volver eternos los momentos felices en la mente pero a ser flexibles a los cambios en la realidad, a amar sin aferrarnos a nada ni a nadie porque no hay amor más auténtico que el que se vive en libertad, donde cada uno puede ser, donde el otro es un complemento y no un dueño; hay que volver a ser quien utiliza las cosas y no terminar manipulado por ellas, a seguir adelante a pesar de que eso implique dejar lo seguro, porque de eso se trata la vida. Seguir, descubrir, aprender, construir… de repente amaneces siendo feliz con nada y por todo. Es irónico, perece utópico pero esa es la clave . 

Los animales disfrutan el sexo ?

La única manera que la Naturaleza encontró para nuestra reproducción (afortunadamente) es el sexo. En el reino animal esta actividad ocupa una buena parte del ciclo de vida de muchos mamíferos, alcanzando puntos extremos como por ejemplo el de los leones (¡que tienen sexo entre 20 y 40 veces por día!) o puntos muertos como el de los lobos (que se abstienen durante largos períodos de meses y meses).

Sea como sea y teniendo en cuenta las variaciones, es necesario tener sexo para sobrevivir. Pero en el caso de los animales ¿ellos tienen relaciones porque necesitan tenerlas o por que el sexo les apetece tal como ocurre con los humanos? Mark Berkoff tiene interesantes respuestas.

Berkoff, biólogo de la Universidad de Colorado que acaba de lanzar el libro The Emotional Lives of Animals (Las Vidas Emocionales de los Animales) maneja dos hipótesis. La primera es que sí lo disfrutan. La segunda es un humilde “es imposible saberlo”.

Claro, Berkoff apunta a que es imposible saber si un mosquito, una araña o un escarabajo disfruta teniendo sexo, pero en el caso de mamíferos mayores con comportamientos sociales estudiados sí es posible saber si disfrutan teniendo sexo independientemente del instinto reproductivo inherente a todas las especies.

De hecho, atendiendo a las expresiones faciales en los rostros, las relajaciones de algunos músculos y movimientos del cuerpo, Berkoff asegura que es posible en algunos casos concluir que los animales disfrutan teniendo sexo, y que además disfrutan particularmente sus orgasmos. Tal es el caso de los delfines o de los chimpancés pigmeos, quienes mantienen relaciones fuera de sus épocas reproductivas.

Interesantísima investigación que demuestra que la biopsicología es una disciplina en ascenso.
 

El apoyo del cónyuge es clave para el éxito laboral de una mujer

Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, al menos es el patrón social inculcado durante años. Sin embargo, en pleno siglo XXI parece que detrás de una mujer de negocios exitosa, hay un gran hombre. Compaginar la carrera y la vida personal de las mujeres ha sido un reto asumido desde la lucha contra la desigualdad de géneros. Según los expertos, no hay porqué asociar el éxito laboral con el fracaso matrimonial, sólo hay que tener las cosas claras como pareja y compartir un proyecto en común: la estabilidad económica y sentimental del matrimonio. 
En el modelo de sociedad actual, que aunque avanzado se sigue guiando por obsoletos patrones de conducta grupal, se concibe a la mujer de éxito como una persona infeliz en aspectos personales. El triunfo profesional según esta concepción va de la mano del fracaso matrimonial. De ahí que gran parte de las mujeres de negocios sean vistas como independientes económicamente pero protagonistas de un gran revés a nivel sentimental.

Es más una cuestión de prioridades. No todos los seres humanos asocian la realización personal con la conformación final de una gran familia y el retiro profesional para ocuparse de ésta. Menos aún están obligadas a hacerlo las mujeres en la actualidad.

Está claro que los aspectos de familia aunque enriquecedores no siempre son determinantes en las personas, la mayoría de las mujeres hoy necesitan del reconocimiento social por su labor profesional, es decir, más que lograr reconocimiento por ser grandes madres y grandes esposas, desean obtener logros personales, asociados al ámbito laboral.
      
 

Del exito ansiado a la ansiedad del exito

Atravesamos un período de ansiedad generalizado. No hay tiempo, se busca el éxito rápido, y la fama y los seguidores ofrecen aquello que los valores más sólidos no alcanzan a completar. Lo efímero se está imponiendo en una batalla silenciosa de valores. Es un mal pasajero o, tal vez, menos temporal de lo que creemos pero, en cualquier caso, está aquí, entre nosotros.

El acceso mediático global está propiciando que cualquiera pueda compararse con las personas más importantes del mundo. Estamos siendo protagonistas de una revolución comparable en alcance con la revolución industrial de los siglos XVIII y XIX, aunque mucho más vertiginosa que ésta. En un periodo de tiempo extremadamente breve las nuevas tecnologías de la comunicación han dado lugar a un nuevo sistema que ha cambiado en profundidad la cultura y la economía a nivel global.

Ahora, las etapas se comprimen y los modelos cambian y generan nuevas oportunidades y también nuevas ansiedades. Es el caso de la valoración que se hace de la juventud en los medios de comunicación o de las historias sobre grandes logros a muy temprana edad . Este tipo de modelo hace que la gente tema que aquello que no han logrado antes de los 40 años deje de ser realizable y valioso a partir de entonces. Una idea aumenta esa incertidumbre de la que hablamos y desvaloriza las carreras tradicionales, que precisan de mucho tiempo para evolucionar y no siempre conducen a un éxito financiero espectacular, ni a la fama en la mayoría de ocasiones.

¿Es la civilización una carrera entre la educación y lo superfluo?

Esta ansiedad, mezclada con la presión social y sumada a la necesidad de mostrar resultados inmediatos propicia una búsqueda constante del triunfo a corto plazo. En este nuevo contexto podemos ver cómo individuos “corrientes”, como cualquiera de nosotros, se hacen famosos en nada de tiempo. Valores como la investigación en el conocimiento o la contribución a la mejora de la sociedad están menos claros en nuestra sociedad de lo que nunca lo han estado anteriormente. O casi nunca, por no ser tan lapidarios.

Si no acabamos con la ansiosa superficialidad, corremos el riesgo que ella acabe nosotros.

Todos nos comparamos con los demás. Pero necesitamos concienciarnos de que si medimos nuestra propia valía a partir de criterios comparativos, como la riqueza y la fama, estamos condenados a vivir en una frustración constante.

El camino pasa por sentir que uno está viviendo de manera auténtica su propia vida, que existe una lógica inherente a nuestro propio desarrollo, así como que nuestra contribución al mundo es evolutiva y creciente. Esta contribución nunca puede ser evaluada con mediciones comparativas.

Muchas personas buscan el alivio a la ansiedad en libros de auto-ayuda sin base científica, que prometen el logro de los objetivos prefijados de forma fulgurante; o en libros de “felicidad pop” que aseguran el acceso instantáneo a una felicidad duradera. Todo esto es charlatanería y fomenta la decepción.

La realización profesional requiere de mucho trabajo. Nadie espera quedar satisfecho con el esfuerzo de tan sólo unos días. La educación no debería orientarse únicamente hacia la obtención de una carrera exitosa en tiempo récord, sino también hacia cuestiones fundamentales acerca de los valores y verdades que se han perdido en los últimos tiempos, y que necesitan ser re-establecidas. Es un proceso para toda la vida, que debería ser valorado y disfrutado. El hombre es una criatura curiosa y creativa y ambas cualidades desmienten la idea de que no es posible cambiar las cosas.
 

Un mundo sensible.

La fragilidad es la forma más morfológica de determinar el ser del ser humano. La sociedad crea guerreros, soldados, que al final del día lloran y se retuercen. Se conectan desde su soledad. Desde ese inmenso abismo que es la conciencia del ser frágil.

El reflejo del deseo de no estar solos es la confirmación de que a partir de saberlo se está. Se es a partir de la memoria. Se es a partir del vivir lo que se siente. Se siente porque uno es humano. Y de la misma raíz nace la fragilidad del sentirse expuesto a los sentidos. La realidad que se crea no coincide muchas veces con lo que uno cree que es.

Vivimos confundidos porque la violencia se disfraza de cinismo, el amor se camufla con diferentes intereses, las relaciones vacías intentan llenar un vacío, que ya está lleno de vacío. Entonces la sociedad disimula el vacío que ofrece el abismo de la fragilidad, premiando al fuerte y postergando al sensible. Pero la paradoja reside ahí en que el fuerte es frágil y el frágil fuerte, precisamente por eso.

Y así evoluciona el ciclo social. Avanzando hacia un territorio insensible que se llena de la sensibilidad, que sin querer fluye entre la gente. Creciendo de manera autónoma, anónima, silenciosamente. Es en esa ciudad sin nombre, en ese barrio sin voz, entre esa gente disfrazada de guerreros y soldados, donde lo frágil rompe el silencio, levanta la voz de los silenciosos y crea un nuevo paradigma. El de los sentidos y sentimientos, el de la forma morfológica más afín a la esencia humana. Porque ser frágil es una capacidad. La capacidad innata de sentir, de ser humano.     

 

Pensando el mañana del mañana.

Resulta difícil aceptar que mientras nosotros estamos actualizando nuestra agenda para la semana que viene, otros se encuentran pensando cómo será el mundo en el 2020. Un mañana en que todo lo que hoy nos imaginamos podría terminar siendo real.
Figurarnos el futuro es un ejercicio de imaginación sin límites, sin restricciones, sin barreras. Implica mirar y buscar donde nadie lo haya hecho antes. No es sencillo pero constituye un desafió extraordinario. Por eso, me gustaría que nos animemos a plantearnos un 2020 como horizonte que emana de nuestra imaginación, no de la de otros.

Al mismo tiempo, es realmente fascinante asimilar que mientras la tecnología avanza a la velocidad del sonido, el ser humano sigue sin cambiar, en su esencia. Para lo bueno y para lo malo.

Michio Kaku, profesor de física teórica en el City College de Nueva York se ha dedicado a pensar y a escribir su mundo posible. Nos dice que en el 2020 desaparecerán las computadoras y los tumores. Que conocer idiomas no será una ventaja competitiva y que ser creativo será esencial.

Leer algunas de sus predicciones, que pueden parecer de ciencia ficción para quienes nos sentimos ajenos al mundo de la ciencia y la física, es un ejercicio de imaginación excepcional. Estas son algunas de las pautas que resalta y que a mi me gustaría compartir en este espacio.

“Al nacer, todos los seres humanos actuamos como científicos por naturaleza: cuando somos pequeños, queremos saber por qué brillan las estrellas, por qué sale el sol (…) pero cuando llegamos al colegio secundario, una combinación de malos profesores y de falta de inspiración, nos encamina a que dejemos de ser así".

En 2020, la palabra computadora habrá desaparecido del idioma Inglés.

Cada dieciocho meses, el poder de las computadoras se duplica, señala Kaku, por lo que en ocho años, un microchip tendrá un coste de sólo un centavo. En lugar de un chip en el interior de un escritorio, vamos a tener millones de chips en todas nuestras posesiones: muebles, automóviles, electrodomésticos, ropa. Dentro de ocho años, tendremos coches sin conductor y dentro de dieciocho, órganos sintéticos.

En esta realidad, Internet estará en nuestra lente de contacto. Kaku dice que: “en unos años, al parpadear uno estará en línea y que eso va a hacer que cambie todo. Los estudiantes buscarán las respuestas a los exámenes mientras los están haciendo. Los extranjeros traducirán sus conversaciones con los nativos al instante”.

Aunque parece que estos aparatos están a años luz de distancia, él insiste en que “están llegando muy, muy rápido". Como ejemplo cita el prototipo de la lente de contacto llamado "Land Warrior", del ejército norteamericano. En 2010, probó el dispositivo durante el rodaje de un especial para el canal de la ciencia, donde aparece con regularidad. Un soldado utiliza un casco con un visor, que permite ver el campo de batalla: "Uno ve las fuerzas amigas, las fuerzas enemigas, la artillería, los aviones, todo, con sólo chasquear a la derecha, sobre el ojo".

Sus previsiones pueden sonar extrañas y la primera reacción es el escepticismo, entendido no como incredulidad sino en su sentido estricto, como duda.      
Hace algunos años, los más futuristas predijeron que los ordenadores harían que el papel quedara obsoleto pero ahora usamos más papel que nunca. Esto implica que tal vez, se ha pasado por alto lo que Kaku denomina "el principio del hombre de las cavernas". El caso es que nuestras personalidades no han cambiado desde hace cien mil años. La gente no se siente cómoda con todos esos electrones en la pantalla de su PC. La preocupación de nuestro hombre de las cavernas interior es: ¡quiero una copia en papel!

Queremos seguir tocando, sintiendo. Necesitamos más tiempo para internalizar tanta digitalización. ¿Llegará el día en que digitalice el alma?

De todos modos, Kaku es optimista sobre las perspectivas de la Humanidad. Considera que seremos una civilización totalmente globalizada para el año 2100 y predice: "El lenguaje planetario será el inglés e Internet será su sistema telefónico. La Unión Europea y los otros grandes bloques de comercio serán la economía planetaria. El fútbol y los Juegos Olímpicos serán sus deportes y el rock 'n' roll y el rap serán su cultura juvenil”.

Sin embargo, lo que hoy es una certeza, mañana puede ser erróneo. Para entender el universo, los físicos tendrían que averiguar primero de qué está hecho. Como dice Kaku: “Tuvimos que reescribir todos los libros de texto porque hace diez años, todos dijeron que el universo estaba compuesto principalmente por átomos. Ahora sabemos que eso está mal. En realidad, los átomos sólo representan el 4% del universo. El otro 96% está formado por materia y energía oscura, dos sustancias misteriosas sobre las cuales se sabe muy poco”.

El universo está hecho de historias, no de átomos, le podríamos refutar a Kaku.

El profesor concluye con algunas reflexiones acerca de cuáles serán los países que estarán a la vanguardia de este nuevo mundo: “La nación que pierda su ventaja tendrá que atenerse a las consecuencias. Los ejemplos en la historia sobran: Gran Bretaña se convirtió en un imperio mundial al ser la pionera en el uso de la energía a vapor en el siglo XIX pero en 1920, la industria británica perdió su enfoque en el desarrollo de la tecnología más avanzada y su lugar lo tomó Alemania".

En la actualidad, Estados Unidos está perdiendo su ventaja. Kaku afirma que: "El 50% de los físicos de doctorado son extranjeros”. Por el momento, sigue existiendo una “fuga de cerebros hacia ese país, que por eso sigue siendo el número uno”. Posiblemente, esta tendencia cambie. China e India están trabajando por hacer que sus científicos retornen. A su vez, los mejores estudiantes norteamericanos están dejando de lado las ciencias para abordar carreras más lucrativas en áreas como la banca de inversión.

Parece evidente que cualquier país que quede relegado en la carrera tecnológica, no tendrá demasiadas opciones de triunfar en un mundo como el que plantea.

El ser humano tiende a pensar en el mañana literalmente. Por eso, pensar el mañana del mañana no es fácil aunque es un ejercicio recomendado de imaginación y creatividad.

Kaku, uno de los divulgadores científicos más conocidos del mundo, nos acaba de decir cómo piensa que será nuestro mundo en 2020. Nos muestra un futuro posible, no obligatorio Podemos aceptarlo o rebelarnos, hacerle ver que se equivoca, reescribirlo.     

Andy Stalman

viernes, 14 de diciembre de 2012

Algunos comportamientos humanos tienen antecedentes evolutivos

 



   Dos descubrimientos recientes sobre los comportamientos de dos tipos diferentes de pájaros sugieren que algunos comportamientos humanos tienen antecedentes evolutivos y que por ello no son exclusivamente de naturaleza genética. El primer descubrimiento se refiere a unos pájaros machos que ayudan a otros machos a conseguir aparearse con una hembra, tal como ocurre frecuentemente entre jóvenes de nuestra especie. El segundo descubrimiento se refiere a pájaros que adoptan comportamientos que identificamos propios de las mafias humanas: obligan a otros pájaros a cuidar sus huevos bajo la amenaza de destruir su propio nido si no acepta. Por Eduardo Martínez.

Dos descubrimientos recientes han puesto de manifiesto que el comportamiento humano, y no solamente el cuerpo físico, tiene antecedentes evolutivos con interacciones complejas sobre la voluntad de las personas.

El primer descubrimiento se consiguió observando los pájaros saltarines cola de lanza (Chiroxiphia lanceolata) de Panamá. La bióloga de la Universidad de California-Berkeley, Emily DuVal, descubrió que los pájaros saltarines cola de lanza machos bailan en pareja para impresionar a una hembra que los observa.

Lo llamativo es que uno de los machos danzarines está ayudando voluntarimente al otro a conquistar a la hembra, lo que desvela un comportamiento solidario con el macho dominante sin esperar una recompensa inmediata.

Aparentemente, estos machos que ayudan a otro a conquistar a una hembra tienen más posibilidades de convertirse posteriormente en machos dominantes, lo que supone que en el futuro otro macho del grupo le ayudará a él a conquistar a otra hembra.     

viernes, 7 de diciembre de 2012

Como el hombre puede mantener enamorada a su pareja

Lamentablemente la gran mayoría de los hombres, quienes cuando logran seducir a una mujer y hacerla su pareja, no saben cómo convivir con ella, pues al no saber cómo funciona la mente femenina, piensan que si la tratan como lo harían con un amigo les funcionará…. Y no, esto lo que hace es que va deteriorando la relación, va gastando la magia que en un principio estuvo entre los 2.
Bien, quiero darte algunos puntos que te harán más interesantes a los ojos y mente de tu pareja, cuando lo apliques ya sabrás como mantener enamorada a tu pareja de una forma genuina.
1- No estés todo el día disponible para ella, amigo hay una ley que aplica para TODOS y es la ley de Escases, esta ley te hará ver a los ojos de tu mujer como un desafío. Simplemente, no estés para ella en todo momento, que ella haga sus cosas y las resuelva. No estés llamándola todo el día por el teléfono. Siempre se un desafío para ella, siempre!

2- En tu relación, si o si tienes que ser el Líder. Si dejas que la mujer sea quien tome las decisiones, te tengo pena. Una mujer no siente atracción por un hombre que no sabe tomar las decisiones de su relación. Te recomiendo que si van a salir, ya sepas de antemano donde irán, si vas al cine, debes de saber qué película verán, recuerda tu eres quien decide, tu eres el que tiene la última palabra en tu relación.

3- Siempre se confiado, se POSITIVO en tu relación, si te mueves con soltura, confianza, certeza, sin duda ella te amara, como te dije se un Líder y confía en que todo siempre va a salir bien, se positivo y confiado, nunca pierdas la esperanza. Todo lo que te sucede, aunque lo veas negativo en ese momento, es siempre para un bien, piensa así! Un hombre que piensa en positivo es 10 veces mas atractivo para las mujeres.
Quiero que leas este artículo, en el te enseño a evitar ciertas frases negativas, lo mejor es evitar las peleas, pero suceden.

4- Se un tipo encantador con ella, se interesante y divertido con tu pareja. Hay parejas que caen en la monotonía, pues el hombre suele ser un tipo aburrido, siempre hace lo mismo, no sabe como despertar emociones en su pareja, créeme que esto es lo que más causa rompimientos de parejas. Recuerda, se un hombre que sabe mantener la mente de su pareja siempre enfocada en nuevas cosas.

5- Esta es una regla de ORO, siempre tienes que hacerla reír. Recuerda esto, si la haces reír muy eventualmente, ella te amará, las mujeres les encanta reír, esto la libera de su vida y pensamientos estresantes, si la haces reír ella simplemente te amara.

6- Algo que funciona de maravillas es que trate siempre de que existan más mujeres a las que tú como hombre les atrae. Esto le da sentido de competencia, y a ella le agrada y hasta le éxito el saber que tiene al hombre que muchas de sus conocidas o amigas desean!

7- Se un hombre impredecible. Si siempre estás haciendo lo mismo, si siempre reaccionas a todo de la misma manera, eso te hará predecible y monótono. Siempre me encanta cuando las mujeres con las que estoy me dicen “Siempre me sorprendes, creo que me dirás o harás algo y haces justamente lo que no estoy esperando”. Eso se logra con el tiempo, ya les puedo leer sus mentes a estas mujeres.

8- Otra regla de oro para mantener a una mujer muy enamorada de ti es que “el que tiene menos interés en la relación, siempre va hacer el que manda en ella”. Me explico, si tú tienes más interés en ella, ella va a tener más poder sobre ti. Solución: muéstrate tu menos interesado, de vez en cuando muestra más interés de lo normal, pero casi siempre muéstrate menos interesado que ella en la relación de ambos, eso te mantienen en su mente como un RETO para ella.

9- Castígala y recompénsala. Esta es la manera donde tu la vas a las a adiestrar, me explico, si tu chica te paga con una mala conducta la castigas, vuélvete mas frió con ella, no celebres su mal genio, en cambio si ella lo hace bien, se porta bien, entonces premiala, recompénsala. Como lo vas hacer, fácil, abrázala y dile cuando la quieres, dale un beso. Cada ves que ella haga algo bueno, no dudes en recompensarla. Pero si se porta mal, se lo haces saber, y no la premies por eso, se frío y serio.
Con todos estos puntos, lo que quiero que entiendas es, que para saber cómo mantener a una mujer enamorada, vas a tener que ser un Macho Alfa, es decir que te comportes como un tipo dominante y sumamente confiado.
Tienes que darles emociones positivas a las mujeres, debes de tener sexo frecuente con ella, pero me refiero a sexo de calidad, donde ella sacie sus deseos hasta quedar muerta del placer provocado por ti.
Y ten en cuenta esto, pues muchas relaciones decaen por no cumplir esta REGLA DE ORO:
Ella es la que tiene que necesitarte a ti, no tu a ella. Si tu felicidad depende de ella, lamento decirte que tienes tus días contados, y que malos días te esperan. En cambio, si es ella quien tiene esa necesidad de ti, todo bien, la tendrás como el hierro al imán. Atraída siempre a ti!
Amigo, no lo des todo por ella, ellas no lo valoraran, y no es porque sean malas, es su programa mental milenario que lo hace ser así. Las mujeres por lo general NO SON MALAS, es su programa genético que hacen que reaccionen y piensan de la manera que ellas lo hacen.
Entonces, tú debes de ser más sabio y utilizar estas reglas que sin duda te darán más liderazgo con ellas, mantén la regla de escases, no la llames todos los días y mucho menos 15 veces al día, déjala siempre queriendo mas (no en el sexo).
Nosotros los humanos siempre vamos a estar deseando lo que no podemos tener, y si haces todo lo que te he dicho hoy, tu mujer siempre estará forzada a buscar formas para hacerte caer en sus hechizos.
Y ella buscará, de manera inconsciente, tratar de que hagas lo que ella quiere, pero ya estas advertido y ella no lo logrará.
Pero el resultado es que siempre la tendrás a tu lado, y día tras día pensando en ti, y en como hacerte caer a sus pies! Pero tu no lo harás, pues desde hoy eres quien domina la relación.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cada vez más mujeres tienen amantes

No hay un arquetipo para definir a una mujer infiel: cualquiera puede serlo. Eso sí; las damas se enamoran de su amante y muchas veces dejan a su pareja detrás de la pasión. Cómo, cuándo y por qué engañan.


Las cifras son asombrosas y los perfiles múltiples: engañan las mujeres jóvenes y las maduras, las “comehombres” y las ingenuas, las que viven con el marido y las que tienen hijos. Lo hablamos con María Isabel Sánchez, periodista y autora del libro Las infieles.
¿Qué tipo de mujeres engañan?
No hay un perfil determinado. La que parece una “comehombres” no es necesariamente infiel y la que muestra una imagen de ingenua quizá no es lo que parece. En mi investigación encontré mujeres de todos los perfiles, estratos sociales, niveles socioculturales y económicos. No hay un arquetipo para definir a una mujer infiel. Cualquiera puede serlo.

¿A qué edades las mujeres se atreven a ser infieles?
A todas las edades. Lo sorprendente es que se crea que sólo pueden ser infieles las jóvenes y no es así. Las de 40 a 50 años son muy infieles. Y las de 60 también lo son. Es un error creer que con el tiempo se pierde el deseo de ser halagada, de ser amada y “agasajada” sexualmente. Si el deseo se pierde es porque el sexo “oficial” les resultaba aburrido. Pero si aparece la novedad, el cortejo y la seducción cualquier mujer se enciende.

¿Engañan sólo una vez o tienen un amante fijo?
Las hay de todo tipo, pero difícilmente lo hagan sólo por una vez. La onda del “touch and go” no nos cierra mucho a las mujeres, aunque muchas se declaren practicantes de esta conducta más masculina que femenina. Aunque no lo manifestemos, las mujeres siempre esperamos una llamada y un romance después de tener sexo con un hombre. Las damas nos enamoramos del amante.

Si una mujer engaña, ¿significa que "algo anda mal" con su pareja?
Casi siempre. Pero no necesariamente es el sexo lo que anda mal: puede sentirse “devaluada” como mujer. Tal vez su hombre no la mira, no la halaga o la ignora emocionalmente. Puede pasar que su esposo se haya “abandonado” físicamente y que ya no la atraiga o que haya habido un crecimiento desparejo en su matrimonio y que él ya no la deslumbre… Eso es lo que declaran en general las infieles.

¿Hay alguna estimación de la cantidad de mujeres que son infieles?
Las cifras más dramáticas (reveladas sólo en charlas privadas con algunos psicólogos) hablan de un estimativo del 85 %, pero las estadísticas difieren de manera sustancial unas de otras. Además, ninguna de ellas me parece absolutamente confiable: ¿por qué una mujer revelaría ante un encuestador su condición de infiel?

La mujer casada y con hijos que es infiel, ¿siente culpa por los chicos?
No parece. Si la mujer es buena madre, tiene claro que la infidelidad es un tema de la pareja. Y si deja el hogar conyugal generalmente se lleva a sus hijos con ella. Obviamente, hay excepciones.

¿Las mujeres tienen amantes por amor o por deseo?
Por ambas razones, pero el deseo en la mujer puede no ser puramente sexual. A veces alegan que un deslumbramiento intelectual las seduce muchísimo. Y si se enamoraron, pierden la cabeza y patean el tablero con más frecuencia que los varones. A la mujer le cuesta mucho sostener una infidelidad por muchos años porque la culpa la tortura, prefiere separarse.

Entonces, ¿la mujer infiel por lo general se separa?
Si el amante está disponible… Casi seguro.

Las pecadoras

La periodista María Isabel Sánchez, autora de "Las infieles", es especialista en lanzar libros con nombres tentadores. Volvió al ruedo con “Las pecadoras. Malos pensamientos… Y secretos inconfesables”, de Ediciones B.
¿Cuáles son los “malos pensamientos” que mencionás?
Las mujeres guardamos bajo siete llaves nuestros malos pensamientos: la envidia, los celos, la sed de venganza, nuestra inseguridad y complejos, la curiosidad morbosa, la maldad, y sobre todo, las fantasías sexuales inconfesables.
¿Por qué guardamos tantos secretos?
Guardamos todo aquello que nos avergüenza y que creemos que, de ser confesado, haríamos daño al hombre que tenemos al lado y a nuestra propia imagen, casi siempre construida en base al deseo de los varones.
Eso demuestra que aún estamos muy lejos de ser libres y auténticas. Seguimos atadas al "deber ser" y a la mirada ajena, especialmente a la masculina.
Es decir, somos machistas...
Hay muchas mujeres que son más machistas que los hombres. Incluso creo que las verdaderas responsables de la subsistencia del machismo somos las mujeres, que seguimos educando hijos de acuerdo a los viejos arquetipos de género.
No soy feminista, y aunque sostengo que hombres y mujeres somos diferentes, en cuanto a derechos y obligaciones considero que la cosa debe de ser pareja.
¿Y dónde quedó la “liberación femenina”?
Es real a medias. Nos hemos liberado en lo profesional y en lo laboral, hemos adquirido más obligaciones que derechos. Un hombre mujeriego sigue siendo comprendido, disculpado y hasta admirado. Una mujer que tiene muchos compañeros sexuales siempre será mirada como una ninfómana, incluso por otras mujeres.
¿La mujer es más, igual o menos infiel que los hombres?
Creo que a esta altura somos tan infieles como los hombres, pero las causas de nuestra infidelidad son claramente diferentes. Engañamos por venganza, porque nos sentimos ignoradas y poco deseadas, o por curiosidad. También es distinta la carga emocional que le ponemos a la relación clandestina: casi siempre nos enamoramos del amante.
¿Y el “touch and go” no sirve?
Descreo de la postura de muchas mujeres que sostienen que tienen amantes solo por el placer del sexo y que les "van" las historias de "touch and go" como a los hombres. Las mujeres nunca tendremos mentalidad masculina: aunque tengamos sexo circunstancial con un desconocido, siempre nos quedaremos esperando un llamado telefónico del hombre con el que intimamos... Si no lo hace nos sentiremos angustiadas, aunque no lo reconozcamos ni por orden de un juez federal.
¿Qué consejos darías para moverse en este mundo tan pecador?
El pecado es tan antiguo como el mundo. Y la mujer ha sido históricamente ligada a la idea de pecado, desde los textos bíblicos. Las mujeres somos seres humanos llenos de debilidades (como los hombres) pero todavía no tenemos la libertad de mostrar nuestra vulnerabilidad en algunos temas (como ellos no tienen permiso para mostrarse débiles en otros).
Aquellos secretos que nos avergüenza confesar deben quedar en el terreno de los malos pensamientos, y no hay que caer en el error de confesarlo todo. El sincericidio es un camino que no conduce a buen puerto. Antes de confesar algo complicado deberíamos pensar detenidamente si esa confesión será beneficiosa para alguien o si, por el contrario, solo servirá para que alguien sufra.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Tiene cura el psicopata ?

El psicópata es un tipo de personalidad asocial y como tal es una estructura mental diferente de la neurosis y de la psicosis.
La psicopatía no se cura ni corrige, es una manera de ser y estar en el mundo con determinadas características como lo son la ausencia de conciencia de enfermedad , la falta de culpa, la manipulación, cosificación de las personas, hacer actuar al otro, etc.
El psicópata no tiene corrección porque es una forma de ser, no hay cura, no es una enfermedad.

Te dejo una página del mejor investigador en Argentina del tema:

http://www.psicopatia.com.ar/psicopatia/…

viernes, 23 de noviembre de 2012

Vendedoras de fantasias

Por  Silvia Fesquet
¡Te queda diviiiiiinooo!, grita excitadísima ella, desde la otra punta del negocio, mientras uno observa con toda claridad, frente al espejo, cómo el saquito es grande de hombros, ancho de mangas, extremadamente suelto de todos lados, y con un defecto más que evidente que destaca en la espalda.
Hacerle notar todo esto no sirve de mucho. Nada parece hacer mella en el entusiasmo de ella, la vendedora que nos ha tocado en suerte. Para cada uno de nuestros señalamientos, tendrá una explicación a mano.
“Me queda grande”, dirá uno, sin ganas de perder el tiempo ante lo obvio. “No, no, lo que pasa es que el modelo es holgado”. “Holgado sí”, contestará uno. “Pero a mí me baila”. “Si a vos te gusta más entallado, se puede achicar un poco de los costados...”, dirá ella, tomando de cada lado una cantidad de tela suficiente como para confeccionar un saco completo. “No es que a mí me guste entallado: ¡¡¡es que esto es dos talles más grande!!!”, responderá uno, conteniéndose ligeramente.
Cual discípula de Almafuerte, sin darse por vencida ni aun vencida, y enfrentada a lo ya indisimulable, igual sentenciará: “Mirá que encoge”. Y sin intimidarse ante nuestra penetrante mirada, en la que podría leerse con claridad un “conmigo, no”, agregará: “Yo me llevé uno igual, en verde, y no sabés cómo se me achicó”.
El instante siguiente nos encontrará ya en la calle, lejos del probador, de la vendedora, del negocio y del saquito.
Queridas amigas: esto no es para ustedes, la enorme mayoría de quienes están detrás de un mostrador solícitas, amables y eficientes. Es para quienes, lejos de ganar una compra, sólo logran perder un cliente. Estamos hartos de mentiras, incluso a la hora del shopping.

EL LADO BUENO DE MENTIR



Se calcula que en promedio, decimos unas seis mentiras al día.

PinochoEl otro día estaba leyendo un libro con mis sobrinos. En cada página, había un pequeño pato amarillo escondido detrás de otros dibujos. Mi sobrina de dos años disfrutaba como loca cada vez que lograba encontrar al pato escondido.
"¡Pato! ¡Pato!", gritaba contenta. Y cada vez que lo hacía, su hermano saltaba diciendo: "¡No! Ahí no hay ningún pato". "Sí que hay", decía yo. "Mira, tu hermana tiene razón. Ahí hay un pato". "No, no hay ninguno", me respondía con una sonrisa de oreja a oreja.
Y es que me sobrino de cuatro años estaba descubriendo el placer de decir mentiras.
No recuerdo cuantos años tenía cuando dije mi primera mentira, pero imagino que una edad similar a la de mi sobrino. A los niños no les toma mucho tiempo aprender a inventar cosas.
A veces, los niños, al igual que los adultos, mienten para evitarse problemas. "No le pegué", dice mi sobrino cuando su padre se acerca porque su hermana está llorando en el piso. Pero, la mayoría de las veces, lo hacen por puro gusto, por el placer de crear una realidad independiente de los hechos.

Libertad

Las mentiras siempre me fascinaron. Creo que lo que me llama la atención es el hecho de que cuando la gente miente es libre de una manera que no lo es cuando dice la "verdad".
Los mentirosos no tienen restricciones de ningún tipo. La realidad suele estar limitada por factores tediosos como la falta de dinero, oportunidades, suerte, talento o lo que sea. Cuando la gente miente revela el mundo tal y como debe ser, como sería si la realidad no se colase entremedio.
"Cuando la gente miente es libre de una manera que no lo es cuando dice la 'verdad'"
 
Como novelista, por supuesto, miento todo el tiempo. Y, como me interesan las mentiras, mis personajes suelen mentir bastante.
Mi primera novela, "Poppy Shakespeare", cuenta la historia de una mujer que se encuentra en un hospital psiquiátrico y tiene que hacerse pasar por loca para recibir el subsidio que le corresponde y usarlo para pagar al abogado que la ayude a demostrar que no está loca.
Cuando fui a los Países Bajos para promocionar mi novela, me vi atrapada sin querer en una situación en la que no me quedaba otra que mentir. Descubrí que habían publicado mi novela con la biografía de otra persona en la contratapa, la de una escritora que por causalidad se llamaba como yo, Clare Allan.
Era demasiado tarde para hacer algo: el libro ya estaba en las tiendas. Pensé que lo mejor era no decir nada.
Esa noche fui a una presentación del libro. Cuando terminé se me acercó una mujer con una copia.
"Nacimos el mismo año", me dijo. Y luego comenzó a explicarme la cantidad de cosas que teníamos en común, las cosas que ambas habíamos hecho y demás. Todo sobre la base de una falsa biografía. ¿Qué podía hacer? "Qué increíble", le dije. "Qué coincidencia".
"Somos como mellizas", añadió la mujer.
"Es cierto", mentí. Y así fue como hablamos por un rato de nuestras vidas paralelas.

Todos, sin excepción

Todos mentimos. El que diga que no lo hace está, obviamente, mintiendo. Incluso los animales mienten. No hacen falta palabras para ello.
Yo tenía una perra que para mentir era mejor que cualquiera. En el departamento en el que vivía había sólo dos lugares para sentarse: un sofá duro e incómodo y un sillón mullido y acogedor. Naturalmente, las dos queríamos sentarnos en el mismo lugar, pero sólo había espacio para una.
Cuando yo me sentaba a descansar en el sillón, la perra se levantaba, se dirigía hacia la puerta y me miraba como pidiendo que la deje salir.
Eventualmente me levantaba e iba hacia la puerta mientras la perra esperaba con la cabeza gacha. Pero cuando literalmente ponía mi mano en el picaporte, la perra salía disparada hacia el sillón y para cuando yo llegaba a girar la cabeza, ya estaba acostada encima, con cara de medio dormida.
Los psicólogos estiman que decimos en promedio seis mentiras por día.
Quizás es porque todos mentimos que nos gusta condenar a otra gente que lo hace, de modo que cuanto más nos indignamos por las mentiras de los demás, más honestos nos sentimos nosotros. El filósofo alemán Immanuel Kant creía que mentir siempre estaba mal. Según él, si una asesino golpeaba tu puerta para matar a un amigo que tú sabías que estaba escondido en tu casa, tenías que decirle dónde estaba tu amigo, y no mentir para protegerlo.
Pero ese es un argumento que sólo un filósofo puede defender. Pensemos en la gente que escondió a los judíos en la Europa ocupada por los nazis. Las mentiras que dijeron para protegerlos no sólo no fueron algo negativo sino que debemos considerarlas, sin duda alguna, un gran gesto.

Mala reputación

Por otro lado están las mentiras maliciosas. Las que se dicen para hacerle daño a otra gente.
Yo no defiendo esas, en lo más mínimo. Esas son las que les dan a los mentirosos la mala reputación. Pero entre esos dos extremos hay una gran cantidad de mentiras: esas seis que decimos a diario. Y esas son las que me interesan.
Entonces, ¿qué es una mentira? Bueno, digamos que es el intento deliberado de engañar a alguien diciendo algo que no es verdad. La biografía falsa de mi libro no es una mentira en sí, es más bien un error. Pero cuando conversaba con la mujer sobre nuestra afición común a las palomas, yo estaba mintiendo porque sabía que no era cierto y, por la razón que fuere, decidí seguir con la historia.
"La ficción no nos acerca a los hechos. La ficción inventa los hechos. Pero al hacerlo, puede, acercanos a la verdad"
 
Digamos que decir una mentira no es lo mismo que decir que algo no es verdad. ¿Y qué es la verdad? Mucha gente, y en particular los políticos, nos quieren hacer creer que la verdad está implícita en los hechos. Pero a mí me parece que los hechos pueden ser bastante engañosos.
De hecho, creo que es muy posible usar los hechos para confundir a la gente sin necesidad de recurrir a las mentiras.
Tomemos el caso de las estadísticas: todo el mundo sabe que las estadísticas pueden utilizarse para decir prácticamente lo que uno quiera, todo depende que lo que elijas medir y la forma en que presentas los resultados.
Decir que los hechos no contienen en sí mismos la verdad no quiere decir, necesariamente, que la verdad esté escondida en las mentiras.
Pero al menos, éstas, cuando se descubren, pueden quedar en evidencia. Los hechos son, por definición, verdaderos y esto es precisamente lo que los vuelve peligrosos. Porque es evidente que la verdad "incontrovertible" es la mentira más grande de todas.
Y si la verdad puede mentir, ¿no es acaso cierto también que las mentiras pueden estar diciendo muchas verdades?
"El arte es una mentira", dijo Picasso. "El arte es una mentira que nos acerca a la verdad".
No a la verdad literal, por supuesto. Ese no es su objetivo. La ficción no nos acerca a los hechos. La ficción inventa los hechos. Pero al hacerlo, puede acercarnos a la verdad.
Y en un mundo en el que abundan las estadísticas, los manipuladores de las palabras y el culto a la evidencia basada en los hechos, es importante recordar que nada es más verdadero que la imaginacion.

Así mienten las mujeres cuando mienten

Una opinión masculina sobre nuestra forma de guardar secretos. Cómo ocultamos, convencemos y nos la rebuscamos para nunca, pero nunca, ser descubiertas.  
Fabio Fusaro
Muchas veces se han hecho comparaciones entre las mentiras masculinas y las femeninas. Se dice que los hombres mentimos más. Yo siempre sostengo que no es que los hombres mentimos más, sino que las mujeres mienten mejor. Y por eso son descubiertas menos veces.

Esto sucede por una razón increíble pero real:
“Las mujeres pareciera que se creen sus propias mentiras”.
Y por eso es muy difícil descubrirlas. Cuando mienten no solo lo hacen con la palabra sino con todo el cuerpo, con sus movimientos, con los gestos, con la mirada, con el tono de voz, con las lágrimas, con todo.
Lloran y uno dice: “No…no… no me puede estar mintiendo”. Y entre las ganas que tenemos de creerles y semejante demostración de sinceridad, caemos.
Y eso cuando encima tenemos al menos una punta de la mentira. Porque si no la tenemos, perdimos: no hay forma de descubrirlas.

¿Qué podemos hacer al respecto? En la mayoría de los casos, nada.

Ahora, en el caso de que tengamos alguna punta… Alguna prueba de que nos está mintiendo, REMITÁMONOS A ESA PRUEBA. No nos dejemos convencer por sus maravillosos actings. La mina puede mentir… Y muy bien. Las pruebas contundentes que podemos tener, no.

Si tu hermano te dice que la vió con otro hombre, creele. Por más que ella te jure por lo más sagrado que no es cierto, por más que se deshidrate llorando y la tengan que internar con un ataque de pánico. 

Por Fabio Fusaro, escritor y counselor. Autor de los libros “Mi Novia – Manual de Instrucciones”, “La Mujer de tus Sueños” y “Mi ex–novia". 

jueves, 22 de noviembre de 2012

PARA AUMENTAR TU LIBIDO

El deseo sexual puede disminuir por motivos poco imaginados. Los colores que usamos, el peso corporal y hasta los ingresos económicos repercuten en las ganas de ir a la cama. Armamos una guía con los últimos consejos de los expertos.
Vanesa López
¿Qué es la libido? “Es la base de nuestra salud hormonal: ella es la encargada de activar la sensación de bienestar, equilibrando nuestras actitudes y emociones. Para la medicina clínica, significa deseo sexual y su falta se asocia a una enfermedad orgánica o psíquica”, explica el doctor Rubén Mühlberger, especialista en anti-aging.
Ya sabemos qué significa y también notamos que, por distintas razones, nuestras ganas de tener relaciones pueden disminuir. Es entonces cuando conviene revisar los posibles factores. “Hay que descartar las causas orgánicas, farmacológicas y, por sobre todo, poner atención en el tipo de relación”, enumera Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
El autodiagnóstico debe cubrir varios aspectos: chequear la forma de interacción de la pareja, revisar los mitos o creencias e investigar si la falta de deseo impide la presencia de fantasías eróticas. También es importante tener en cuenta al partenaire, “ya que muchas veces el deseo de quien consulta es bajo si se compara con el deseo aumentado del compañero/ a sexual”, concluye Ghedin.

“El Punto G no es el centro del placer”

Durante la jornada “Mujeres con pasión”, la sexóloga Alessandra Rampolla nos invitó a descubrir otros caminos hacia el orgasmo.

“El Punto G existe, todas las mujeres lo tienen. El tema es que no a todas les interesa estimularlo porque no para todas las mujeres es placentero. Unos años atrás se puso muy de moda el tema del Punto G y todos estaban como locos buscándolo, esperando que pudiera de alguna forma cambiarles la vida. Y no es así para todo el mundo”.
“Al Punto G yo lo veo como un plan B. El plan principal tiene que ser siempre la estimulación del clítoris. Ese es el centro del placer físicamente hablando. No le genera placer a algunas mujeres, sino que a todas, TODAS”.
“El tema es que las mujeres somos muy poderosas sexualmente. Y no acabamos de entenderlo y de adueñarnos de ese poder. Tenemos mucho poderío eróticamente hablando”.
“Podemos tener orgasmos a través del clítoris (como se supone, como está diseñado) y también muchas veces tenemos posibilidad de tener orgasmos a través de otras vías, de estimulaciones indirectas. El Punto G es una estimulación indirecta del clítoris”.
“El clítoris es muy pequeñito externamente pero es muy grande internamente. Son como ramas, que van a generar muchas sensaciones. Una de las ramitas pasa por el frente de la vagina, por la pared frontal. Si ustedes estimulan la pared vaginal, estando previamente excitadas, van a estimular indirectamente el clítoris. Y el clítoris es tan sensible que muchas veces va a provocar un orgasmo”.
“Hay que dejar en claro que el punto G sí existe. Y que los hombres tambien lo tienen, aunque es un tema para otra charla... Hay alternativas, hay distintos tipos de placeres. Eso es algo que quiero rescatar”.


Extractos de la charla brindada por Alessandra Rampolla durante la jornada “Mujeres con pasión” organizada por Alto Palermo y la revista Susana.

EL DOLOR DE NO SER LO QUE SE "DEBE" SER

El programa Graduados, la ficción televisiva más vista del año, tiene entre sus protagonistas a una joven, flaquísima, que fue obesa y que sufrió el matrato y la violencia de sus compañeros de colegio durante el secundario. Tal fue la herida que imprimió en ella que, ni bien pudo, mató su identidad y se convirtió en otra. Entremujeres aprovecha el disparador y, en diálogo con prestigiosos expertos, analiza el tema del "bullying" y la discriminación asociadas al sobrepeso y su relación con los trastornos alimentarios.
Georgina Elustondo
Sin escala, con Patricia Longo (Isabel Macedo) uno pasa del amor al odio, del rechazo a la piedad. Es mala, ambiciosa y fría, y hace méritos para cosechar todo tipo de condenas. Pero, en apenas segundos, se convierte en la más vulnerable y dolorida de las criaturas, en la angustia misma. Y da pena. Y uno la entiende... Unos minutos. Luego vuelve a verla villana y la vuelve a odiar. "Graduados" tiene, entre otras, esa virtud: sus personajes transitan, ambivalentes, identidades varias, cualidades diferentes, y uno los quiere y los aborrece y los vuelve a querer a cada rato. Los malos dan pena más de una vez y los supuestos buenos tienen agachadas y hasta crueldades sin siquiera mosquearse. Humanos, bah. Tan humanos que millones de personas se miran al espejo cada noche en la pantalla de Telefé, enfrentados, tal vez sin advertirlo, a un "contenido social" ("responsable" con la comunidad que lo consume) que está ahí para eso: para hacernos pensar, para invitarnos a reflexionar casi sin darnos cuenta sobre las cosas que pasan. Que nos pasan. Y nos pasan mucho.
Entremujeres recoge el guante y se suma. "Chanchoto" o "Chanchota", la gorda que Patricia mató y enterró para ser otra -y, por qué no, para vengarse- viene asomando programa tras programa contando su tragedia personal. Llorando y tragándose su enorme dolor. Con cuentagotas, el programa repasa, cada tanto, las heridas que un grupo de chicos, no tan chicos, le imprimían a diario a fuerza de cargadas, agresiones y descalificaciones de todo tipo. Se la ve llorar, se la ve desarmarse, hundirse adentro suyo. Se la ve mendigar amor y amistad, se la ve rogar algún gesto que la devuelva a una imagen más soportable de sí misma.
¿Por qué resuena tanto y en tantos esta historia? Porque Patricias hay muchas, muchísimas. Desde hace muchos años, desde Señorita Maestra y el "gordo" Palmiro Caballasca, la persona con sobrepeso es el 'punchiball' con el que muchos se divierten, se ensañan, se fortalecen. "Vaca", "gorda chancha", "lechón", "gorda cerda", "obesa"... Verdaderos dardos, con una enorme capacidad de daño presente y futuro. Un daño que, en general, los chicos no ponderan ni dimensionan, pero que existe... Bullying es más que una palabra de moda.


El daño que no vemos
No son excepciones. La doctora Mónica Katz, médica especialista en Nutrición, Fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Durand, revela que "estudios realizados en colegios muestran que un tercio de las mujeres y un cuarto de los varones reciben bromas por obesidad. Las cargadas acerca del cuerpo asumen muchas formas: verbal, bullying o directamente exclusión social. El eje del problema suelen ser los pares o amigos, pero la familia es un factor muy central. Entre un 30 y 40% de los chicos recibe bromas acerca del peso en el interior de su familia", advierte.
La psicoanalista Adriana Martínez, coordinadora Asistencial de Fundacion Buenos Aires coincide en que la discriminación no es patrimonio de los niños ni del afuera. "El maltrato de los pares suele ser muy directo, pero los jóvenes con sobrepeso también reciben miradas adversas de los adultos que los rodean. Estas, aunque más disimuladas, son iguales o más dañinas", comenta a Entremujeres.
También la licenciada Andrea Gómez advierte que "las cargadas hacia las personas con sobrepeso son una forma frecuente de bullying, apañado por un modelo social y cultural que exige la delgadez como modelo estético, y no como señal de salud. Y esas cargadas, ataques y rechazos vividos en la adolescencia pueden dejar marcas emocionales para toda la vida", subraya.
Lastimar, ofender y desvalorizar a una persona haciendo eje en su sobrepeso o en sus cualidades físicas genera en quien lo sufre una enorme frustración e impotencia, sostiene la licenciada María Teresa Panzitta, co-coordinadora del post grado de Aspectos Psicológicos de la Obesidad y los Trastornos Alimentarios de la Universidad Favaloro y Coordinadora Psicológica del Equipo de Obesidad y Trastornos Alimentarios del Hospital Durand. "Esto es lo que se ve en Graduados -dice-: 'Chanchota' se muestra impotente frente a sus compañeros, como si por ser gorda mereciera ser maltratada y despreciada, silenciando su dolor y su rabia. Cada palabra es una herida a su alma, a su autoestima".
La licenciada Panzitta cuestiona un foco del programa de Telefé. "Lo que no me parece bien es mostrar un estereotipo de 'gorda tonta': los gordos son gordos, no tontos. Muestra el personaje de una tontita, que habla como una nena boba, más infantil que sus compañeros", dice. "Las cargadas que sufren los niños y adolescentes quedan marcadas a fuego -advierte-. En una cultura obesofóbica, ser gorda es casi un insulto. Cuando las cargadas se sufren en la infancia los niños no suelen tener clara conciencia de cuánto duelen y cuánto ofenden esas palabras. Pero, luego, en la pubertad, el cuerpo adquiere un lugar diferente y la mirada del otro toma una nueva dimensión. Ahí vienen la vergüenza, el dolor, y las cargadas se hacen presentes, resuenan en el inconsciente, potenciando la autocrítica y la propia desvalorización".

Ser distinto no es fácil
"Es muy frecuente que las cargadas y agresiones vayan dirigidas a aquella persona que sea considerada diferente, sin importar demasiado en qué radica esa diferencia. Si todos los alumnos/as de un colegio tuvieran sobrepeso, posiblemente aquel que escape a esa 'regla' sería el chivo expiatorio de algunos -analiza Andrea Gómez-. El problema es que hoy se hace tanto hincapié en la belleza física y en cumplir con un ideal de delgadez y estética que cualquiera que no cumpla con ellos se sentirá excluido, rechazado, algo que también ocurre entre los adultos".
Claro que los adolescentes, turbulentos, en búsqueda, se llevan la peor parte. "Ellos necesitan sentirse parte de un grupo y necesitan la aceptación de sus pares para afirmar su autoestima e identidad y sentir que pertenecen -explica Gómez-. Están despegándose del grupo endogámico familiar y salen al mundo en soledad, para enfrentarse a otras miradas".
En ese marco, el peso del rechazo se duplica. Las cargadas, los maltratos verbales y la violencia psíquica y emocional que suponen las burlas y cargadas que hacen foco en el cuerpo imprimen una huella que a la mayoría de los chicos les cuesta remontar: "en general, los efectos son disminución de la autoestima, depresión y disconformidad con el cuerpo. Muchas veces son el disparador de un trastorno alimentario, aunque para desarrollarlo hacen falta obviamente otros ingredientes que tienen que ver con la personalidad y con una dinámica familiar muy particular", señala Katz.
Todos los especialistas consultados por Entremujeres coinciden en que hay una estrecha relación entre estos padecimientos y el desarrollo o profundización de un trastorno alimentario. "Estas cargadas pueden generar que el problema se acentúe. Una persona con sobrepeso puede comer más y peor por sentirse angustiada, enojada, lastimada, rechazada. Se 'traga' la bronca y se 'autoagrede' comiendo en exceso. Otras pueden tomar una conducta opuesta, desarrollando una anorexia o una bulimia, huyendo espantados de la obesidad".


Las aulas, zona de riesgo
Todos los expertos entrevistados encienden la alarma respecto a la fuerte vigencia de este problema en las escuelas hoy. "Llama la atención el grado de violencia que se ejerce en las aulas -dice Gómez-. Vivimos en una sociedad violenta y, como adultos, muchas veces actuamos violentamente. Estamos en riesgo de naturalizar esta violencia y justificarla. Los adolescentes violentos tienen poca capacidad para ponerse en el lugar de la persona agredida, algo que los ayudaría a cambiar de actitud. Necesitan ser líderes y sobresalir para los demás".
Otro espacio frecuente de situaciones de maltrato para los niños o adolescentes con sobrepeso (y hasta con peso normal) son las clases de danza u otras actividades deportivas, dice la licenciada Panzitta. "Sin fundamentos clínicos, profesores y entrenadores a veces destruyen la autoestima de los jóvenes porque les dicen que están gordos o los pesan antes de realizar esa actividad, algo que también se da en el modelaje. Este es un problema muy serio que se debe abordar urgentemente. En lo personal, yo lo viví como estudiante y profesora de danzas y fue algo que motivó, en parte, mi especialización en obesidad y trastornos alimentarios. En la historia de muchas anorexias, bulimias y obesidades podemos encontrar el relato de diversas situaciones de burlas, acoso y cargadas, con la posterior decisión de hacer todo por no volver a sentir ese desprecio, esa discriminación. Así asoman conductas desafiantes, agresivas o autodestructivas como respuesta a ese sentimiento de exclusión".
Panzitta explica que "el recuerdo de las burlas o comentarios genera en las pacientes con anorexia y bulimia una gran dificultad para lograr una recuperación. Viven el subir unos pocos gramos como volver a ser gordas, las gordas que fueron en su infancia o adolescencia. La presión social, las imágenes de la publicidades y revistas, proponen formas corporales ideales que nada tienen que ver con la realidad, y eso no ayuda".


El rol de los adultos: cuidar, contener, escuchar, limitar
Las preguntas se imponen. ¿De qué manera podemos proteger de estas cosas a un hijo con sobrepeso? ¿Qué podemos hacer como padres? Katz enfatiza: "Los mayores deben autoevaluarse. ¿Hago foco en el peso al evaluar o juzgar a un chico? ¿Cuáles son los estereotipos de los gordos? ¿Los repito? La ciencia muestra que, en general, se les adjudica ser más holgazanes, sucios, desprolijos, entre otras cosas. ¿Creo yo que esto es verdadero o falso? ¿Cuáles, considero, son las causas de la obesidad? En general se atribuye a la falta de voluntad: ¿creo yo que es solo falta de ganas o compromiso? ¿Afecta eso mi actitud? ¿Qué lenguaje utilizo yo al referirme a los chicos o personas adultas con sobrepeso? Estas cuestiones son claves. Debemos hacer foco en la salud al momento de hablar o motivar a un chico obeso a perder peso o realizar un tratamiento", dice.
Para la especialista, "debemos explicar y enfatizar que la balanza sólo mide kilos: no mide inteligencia, ni belleza, ni felicidad, ni creatividad". Y subraya: "En especial en las escuelas se debe tener 'tolerancia cero' respecto de la estigmatización de los obesos. Organizar talleres y trabajar la idea que la gente tiene de las diferentes formas y tamaños y enseñar que lo mejor es festejar las diferencias y la unicidad".
Andrea Gómez hace hincapié en algunos gestos: "Podemos ayudarlos a fortalecer su autoestima, reconocer sus valores y cualidades. Preguntarnos a nosotros mismos si nos sentimos avergonzados por la obesidad de nuestros hijos, si estamos más preocupados por nosotros y el qué dirán o por la salud de nuestros chicos". Es clave, agrega, "no transmitir mensajes contradictorios sobre la alimentación y el sobrepeso. En algunas familias se critica el sobrepeso y, por otro lado, se hacen sólo comidas hipercalóricas que no ayudan para una dieta saludable".
También es importante, según Gómez, "ofrecerles una solución saludable si el tema del sobrepeso los angustia y realmente merece una atención especial, para proteger su salud física y psíquica. Preguntarles qué desean y si quieren ayuda para sentirse mejor, y ayudarlos a buscar salidas no violentas con sus pares: ni autoagredirse ni agredir a los demás, y ver de qué modo los ayudamos a elegir otras compañías que reconozcan sus cualidades. Es importante no negar lo que está pasando, acompañar, fortalecer y ayudar a quien sufre esta situación, y buscar ayuda psicoterapéutica si es necesario".
Es clave también involucrar a la escuela, a los maestros. "Es importante solicitar la colaboración de toda la comunidad escolar en cuanto a la prevención del maltrato en todas sus formas. Las escuelas y los docentes carecen de herramientas para abordar estas situaciones. Es importante buscar gente especializada y realizar talleres de reflexión con alumnos de toda la escuela", dice Gómez.
Panzitta subraya que "los padres tienen la misión fundamental de no cargar, de no descalificar ni comparar. Es una difícil tarea para los padres aceptar a sus hijos como son y no como idealizaron que fuesen. Si las cargadas son confirmadas por el círculo familiar se acentúa la certeza de que lo que le dicen es así y de que se lo merece por ser gordo". En caso de acoso escolar, es fundamental que los "padres hablen con sus hijos para que puedan sincerarse y encontrar apoyo en su entorno familiar. Creo que es el colegio el que tiene la gran oportunidad para solucionar este tema. Deben tomar conciencia de lo nocivas que son las cargadas para el desarrollo afectivo de los niños y adolescentes".
La psicoanalista Adriana Martínez coincide en que hay mucho por hacer. "Lo diferente, en general, tiende a ser expulsado. No hacerlo, es un trabajo que requiere formación, reflexión y transmisión de valores de una generación a la otra. En comunidades donde se trabaja verdaderamente con la integración de lo distinto los niveles de agresión son menores. Cuando los adolescentes descargan sus excesos sobre "el gordo", por ejemplo, exorcizan sus propias inseguridades: temen ser diferentes, no dar con la talla del modelo reinante. Maltratando al 'gordo' se ponen –de la peor manera– a resguardo de aquello que temen y desprecian".
Las nuevas tecnologías han potenciado estos "gestos" discriminatorios que vienen de antaño. "Las formas de vincularse actuales, tan tecnologizadas e impregnadas de inmediatez, acentúan la cuestión en varios sentidos: haciendo excesivo foco en la imagen (se debe lucir feliz, espléndido, bello y seductor) y generando otras redes de exclusión (aceptar o no contactos, borrarlos, burlarlos públicamente)".
Como padres, dice Adriana Martínez, tenemos un desafío difícil. "El sobrepeso es una problemática real que requiere ser tratada, cambiada. Es decir, no podemos promover que nuestros hijos tengan sobrepeso porque estaríamos perjudicando su salud física y emocional. Sin embargo, debemos protegerlos y enseñarles a posicionarse frente a un mundo que, sabemos, los discriminará. Luego, pedir ayuda a profesionales capacitados en el tema, tanto en lo nutricional como en lo psicológico. Y, desde ya, buscar hasta encontrar un medio que acepte a nuestros hijos tal cual son, con todo lo que tienen para dar. No resignarse a que sean maltratados ni por pares, ni por docentes, ni por otros familiares".

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Es bueno tener secretos?

Con frecuencia callamos cosas, incluso con la persona que más amamos. Pero, tarde o temprano, todo aparece. ¿Qué decir y qué no?
Lic. Cristina Benchetrit
¿Qué callamos con la pareja? Hay muchas cosas que no nos gustan de nosotros y no queremos que el otro las sepa. Pensamos que, si se entera, dejaríamos de ser queridos. Pero suele ser un error. Tratamos de mostrar nuestra mejor cara y no nos damos cuenta de que son nuestras debilidades las que atraen al otro.
En general, callamos cosas que nos avergüenzan, que nos dan pudor, o que consideramos debilidades. Y, por supuesto, aquellas que muestran nuestras miserias.
Callamos frente al otro lo que quisiéramos callar ante nosotros mismos, es decir, lo que quisiéramos que no ocurriera. La realidad es que todos tenemos cosas que no queremos tener y callarlas parece ser el modo de suponer que no existen.
Eso que creemos que no está, tarde o temprano aparece y cuando estuvo guardado mucho tiempo seguramente generó alguna deformación en nosotros o en la pareja. Esto genera desde resentimientos, dolores y enojos que alguna vez serán facturados. Y ya sabemos que las facturas vencidas generan intereses… A veces impagables.
También nos callamos lo que no nos gusta del otro, para que no se moleste y no nos deje de querer. Si le pido que cambie su modo de vestir quizás se ofende, quizás se enoja, quizás me deja.
El dinero en la pareja suele ser otro de los grandes secretos. Las razones son varias: porque el otro va a tener más control sobre nosotros, porque nos reservamos algo por si acaso, porque no queremos que gaste lo que nosotros conseguimos.
Desde luego que hay otros secretos más profundos. Por ejemplo, muchos tienen un amante y prefieren mantenerlo oculto para no herir a la pareja.
El riesgo de callar
En términos generales, ocultar cosas nos aleja de la persona querida porque atenta contra la intimidad. No olvidemos que esos secretos que nosotras tenemos también los tienen ellos.
No estoy diciendo que hay que compartirlo todo. Hay cosas que solo dan dolor a otros y no cambian la situación. Por ejemplo, contarle lo bien que la pasamos en el pasado con otra pareja no ayuda mucho y no abre opciones.
Sin embargo, omitir cosas que hacen a la relación suele provocar el efecto contrario. Por cuidar la pareja y a nosotros mismos, callamos cosas y la matamos de inanición. Porque también eso oculto, eso no tan perfecto, es lo que necesitamos que el otro tenga para que nosotros no seamos tan raros.
Desde luego, hay parejas que ya callaron demasiado y es mejor que no se digan ciertas cosas. Para las que todavía no es así, habrá que encontrar una ecuación entre el mutismo y el “sincericidio” (si se me permite este neologismo).
¿Qué decir y qué no?
Ni todo ni nada. Lo que vemos es que cuando una pareja se anima a traspasar ciertos límites secretos proporciona alivio en principio, mayor intimidad y crece el sentimiento que ya existe.
A veces uno de la pareja no quiere revelar cierto temor personal y, cuando lo hace, encuentra en el otro un reflejo (porque le pasa lo mismo) o una contención y mayor comprensión.
Es de valientes mostrar las miserias personales. Si queremos una pareja significativa, si queremos una vida más intensa, si queremos ser más íntegros y más felices, habrá que animarse a avanzar.

Por la licenciada Cristina Benchetrit, directora de Espacio Olazábal. Todos los jueves a las 20 horas realizan cafés psicológicos abiertos a la comunidad (Olazábal 1280, Belgrano).

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