Dos descubrimientos recientes sobre los comportamientos de dos tipos diferentes de pájaros sugieren que algunos comportamientos humanos tienen antecedentes evolutivos y que por ello no son exclusivamente de naturaleza genética. El primer descubrimiento se refiere a unos pájaros machos que ayudan a otros machos a conseguir aparearse con una hembra, tal como ocurre frecuentemente entre jóvenes de nuestra especie. El segundo descubrimiento se refiere a pájaros que adoptan comportamientos que identificamos propios de las mafias humanas: obligan a otros pájaros a cuidar sus huevos bajo la amenaza de destruir su propio nido si no acepta. Por Eduardo Martínez.
Dos descubrimientos recientes han puesto de manifiesto que el comportamiento humano, y no solamente el cuerpo físico, tiene antecedentes evolutivos con interacciones complejas sobre la voluntad de las personas.
El primer descubrimiento se consiguió observando los pájaros saltarines cola de lanza (Chiroxiphia lanceolata) de Panamá. La bióloga de la Universidad de California-Berkeley, Emily DuVal, descubrió que los pájaros saltarines cola de lanza machos bailan en pareja para impresionar a una hembra que los observa.
Lo llamativo es que uno de los machos danzarines está ayudando voluntarimente al otro a conquistar a la hembra, lo que desvela un comportamiento solidario con el macho dominante sin esperar una recompensa inmediata.
Aparentemente, estos machos que ayudan a otro a conquistar a una hembra tienen más posibilidades de convertirse posteriormente en machos dominantes, lo que supone que en el futuro otro macho del grupo le ayudará a él a conquistar a otra hembra.
El primer descubrimiento se consiguió observando los pájaros saltarines cola de lanza (Chiroxiphia lanceolata) de Panamá. La bióloga de la Universidad de California-Berkeley, Emily DuVal, descubrió que los pájaros saltarines cola de lanza machos bailan en pareja para impresionar a una hembra que los observa.
Lo llamativo es que uno de los machos danzarines está ayudando voluntarimente al otro a conquistar a la hembra, lo que desvela un comportamiento solidario con el macho dominante sin esperar una recompensa inmediata.
Aparentemente, estos machos que ayudan a otro a conquistar a una hembra tienen más posibilidades de convertirse posteriormente en machos dominantes, lo que supone que en el futuro otro macho del grupo le ayudará a él a conquistar a otra hembra.