Tomando como referencia el uso de una droga dura y destructiva como la Heroína, esta droga es la más adictiva, tras ser inyectada, se acopla a los receptores opiáceos de las células, estos receptores son los mismos que están diseñados biológicamente para recibir la endorfina, un neuropeptido producido por el hipotálamo, en vez de recibir endorfina la célula recibe heroína y se hace adicta a la heroína.
Ahora si llevamos esa explicación al plano de las emociones, nuestras emociones producen péptidos o moléculas de la emoción que se acoplan a los receptores de las células, con el uso repetido de la misma emoción ocurre lo mismo que con el uso repetido de la heroína, los receptores opiáceos empiezan a esperar e incluso a anhelar ese péptido en particular y el cuerpo se hace adicto a esa emoción.
De aquí podemos desprender el concepto de porque nos cuesta tanto cambiar estados emocionales destructivos y porque repetimos una y otra vez las mismas situaciones....
Las emociones y los recuerdos de experiencias emocionales se encuentran codificados en circuitos neuronales que están conectados con el hipotálamo.